lunes, 31 de agosto de 2015

La vida que se valora.


No la vida, sino la buena vida, debe valorarse principalmente. 
(Sócrates)


¿QUÉ SON LAS VIRTUDES HUMANAS?


Las virtudes humanas son perfecciones habituales y estables del entendimiento y de la voluntad, que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta en conformidad con la razón y la fe. Adquiridas y fortalecidas por medio de actos moralmente buenos y reiterados, son purificadas y elevadas por la gracia divina.

¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES VIRTUDES HUMANAS?

Las principales virtudes humanas son las denominadas cardinales, que agrupan a todas las demás y constituyen las bases de la vida virtuosa. Son la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza.

1) PRUDENCIA.- “ Es la virtud que nos lleva al conocimiento de lo que nos concierne como hombres y nos permite distinguir por lo tanto lo que puede beneficiarnos o Perjudicarnos “.

2 ) JUSTICIA.- “ Es la virtud moral que hace referencia al orden igualdad y armonía que deben prevalecer en el hombre en su doble dimensión social e individual “


3 ) FORTALEZA.- “ Consiste en alejar el temor y enfrentar el peligro con seguridad y confianza “


4 ) TEMPLANZA.- “ Consiste en la moderación de los apetitos sensibles por someterlos a la razón. De acuerdo con Aristóteles es la virtud que impide el desenfrenado placer o abuso de las necesidades corporales así como la abstinencia de su disfrute. 



Emotivo vídeo para reflexionar sobre lo que en realidad debería ser una vida feliz plena juntos a nuestro prójimo.




De manera breve se ha explicado en que consisten las virtudes humanas, pero es necesario no limitarnos no solo a éste aspecto pues la finalidad de éste Blog es desarrollar en una manera expositora su proceso en la vida del hombre, y es por eso que se menciona la manera de cómo el hombre las adquiere.


LA CONCIENCIA...UNA BRÚJULA



La conciencia tiene una función parecida a una brújula para navegantes, que indica dónde te encuentras y hacia dónde hay que seguir. Si la brújula marca hacia el Norte; la conciencia señala hacia el bien. Sin embrago, la brújula se puede alterar ante la presencia de una gran cantidad de hierro; la conciencia también se puede modificar debido al ambiente, por la propia comodidad o por dejarnos llevar por los gustos. De ahí la importancia de encausarla constantemente.


La formación de la conciencia, se puede comparar al árbitro de un partido que no ha hecho el reglamento del deporte que atiende, simplemente lo aplica: dice si las jugadas están de acuerdo con el reglamento o no. Lo mismo sucede con nuestra conciencia, no hace la ley que regula nuestra vida (ésta es la ley de Dios), ni tampoco hace que nuestras acciones sean buenas o malas. Tan sólo lo declara. Es un aviso, una voz, un recuerdo.


Pero no cualquier persona puede arbitrar un partido. Se necesita conocer bien el reglamento, estar dispuestos a ver cómo se realizan las jugadas y tener la suficiente capacidad para tomar oportunamente las debidas decisiones. Es evidente que los árbitros tienen que formarse. Una decisión equivocada puede traer fatales consecuencias en algún jugador o en todo un equipo.

La conciencia es el árbitro de nuestra vida, debemos decirnos con seguridad lo que está bien y lo que está mal. De ella depende una gran parte del éxito de nuestra vida: la salvación eterna. Por ello hay que formarla recta y madura, temerosa de Dios, abierta siempre al bien y a las inspiraciones del Espíritu Santo, capaz de discernir lo bueno de lo malo y de la mentira, evitando la falta de sinceridad y de autenticidad. La formación de la conciencia es una tarea para toda la vida.


El presente vÍdeo trata sobre los valores, y nos ayuda a tener una visión más amplia de lo que sucede a diario con el comportamiento de algunas personas, y sus relaciones con los demás. 



La conciencia es la presencia de Dios en el hombre.

Valores Propios



"Vivir de una forma que refleje los valores propios no se trata solo de lo que haces, se trata también de cómo haces las cosas". (Deborah Day)

La ética profesional implica una serie de principios y de reglas que una actividad profesional deberá observar en la realización de su quehacer y entonces desde las mismas tomadas como pilares y bases de acción pretende regular todas las acciones y actividades que se lleven a cabo en el marco de tal profesión.


Entonces, cualquiera sea la profesión, el profesional como individuo que es tiene la responsabilidad de desarrollar de la manera más ética posible su trabajo, siempre intentando en la medida de lo posible y de su alcance contribuir al bien común. Se deberá evitar anteponer los beneficios individuales por sobre ese bien común.


Cuando un profesional no cumple de manera evidente con las reglas de ética profesional, es punible de altos castigos o sanciones ya sea por parte de sus clientes o pacientes como también por parte de sus superiores, cualesquiera estos sean dependiendo del tipo de profesión o actividad de la que se hable.




 El presente vídeo demuestra lo importante que es aportar el extra para beneficio de todos.


La Ley,la Moral y la Etica tres pilares de una decisión.